Dios y el Diablo
Llueve sobre Buenos Aires y en este preciso momento, el presidente de Francia, Emanuel Macron, se encuentra en la Iglesia de la Santa Cruz para rendir homenaje a las víctimas de la última dictadura.
El 8 de diciembre de 1977, cuando terminaban una reunión para organizar una colecta de dinero con el objetivo de publicar una solicitada en los diarios reclamando por la aparición de sus familiares, un grupo de tarea de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) secuestró a las Madres de Plaza de Mayo Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco, la monja francesa Alice Domon, y los militantes Ángela Auad, Gabriel Horane, Raquel Bulit y Patricia Oviedo. Ese mismo día, secuestraron a Remo Berardo en su casa, y a Horacio Aníbal Elbert y José Julio Fondevila en un bar donde solían encontrarse integrantes de la Santa Cruz. El plan terminó el 10 de diciembre de 1977 con el secuestro de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor y la monja francesa Léonie Duquet.
El entregador de todas estas personas fue Alfredo Astiz quien hoy se encuentra en el penal de Ezeiza, cumpliendo sentencia por los crímenes de lesa humanidad en los que participó.
Siento un poco de vergüenza de que este mandatario extranjero tenga que venir a hacer lo que debió haber hecho la política argentina ni bien se supo que un grupo de legisladores de La Libertad Avanza estaban visitando a los genocidas con intención de promover su excarcelación.
Hoy, en el día de la militancia con el que muchos se llenan las fauces, vino a militar por la memoria y la justicia un presidente extranjero.
El personaje en cuestión tiene demasiados puntos oscuros en cuanto a políticas de derechos humanos, lo que hace que su presencia en estas circunstancias, se vuelva más incordiosa. Hay algo allí que no cierra.
Esta tarde Macron se reunirá con el presidente Milei y seguramente andará por allí Guillermo Francos, el jefe de gabinete.
¿Sabrá Macron que Guillermo Francos es el hijo de Raúl Francos, el creador de Astiz (y otros) a través del Servicio de Inteligencia Naval, que desde diciembre de 1971 infiltraron con jóvenes de la Armada a todas las instituciones, universidades y fábricas? ¿Conocerá las directivas del papá de Guillermo Francos en la llamada "operación Martillo" por la que desde la Armada Argentina, declaraban enemigos "internos" a "grupos religiosos tercermundistas, sectores del peronismo ortodoxo y otras corrientes izquierdistas”- es decir, militantes?
¿Sabrá Macron que en 1971, mientras su padre lanzaba la "operación martillo" desde la Armada Argentina, amparada por el Ministerio del Interior de la dictadura imperante, el mismo Guillermo Francos era secretario privado del Ministro de Justicia del dictador Lanusse?
¿Sabrá Macron que Guillermo Francos tuvo como consejero universitario en la Universidad Católica Argentina a Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco?
Si no lo sabe, se puede inferir que la ignorancia detentada es una debilidad lamentable para un mandatario, pero si sabe todo esto y aún así, eligió la foto en la iglesia para tener una justificación ante la justicia francesa que está atentamente mirando lo que la Argentina hace con Astiz, es más lamentable aún.
En los detalles está el Diablo.
Aún sigo buscando a Dios en todo esto.
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